A pesar de su apariencia robusta y longeva, el castaƱo es susceptible al ataque de diversas enfermedades y plagas que pueden comprometer seriamente su salud e incluso causar su muerte. El conocimiento de estas amenazas, la capacidad para identificar sus sĆntomas de forma temprana y la aplicación de estrategias de manejo adecuadas son pilares fundamentales para proteger nuestros Ć”rboles y asegurar su productividad. Históricamente, el castaƱo ha sufrido el azote de enfermedades devastadoras que han diezmado sus poblaciones en todo el mundo. Hoy en dĆa, gracias a la investigación y a un enfoque de gestión integrada, disponemos de herramientas para hacer frente a estos desafĆos, protegiendo tanto los castaƱares tradicionales como las nuevas plantaciones.
La prevención es siempre la mejor estrategia en la sanidad vegetal. Muchas de las enfermedades que afectan al castaƱo estĆ”n relacionadas con unas condiciones de cultivo inadecuadas. La elección de un emplazamiento con un suelo bien drenado es, como ya se ha mencionado, la medida preventiva mĆ”s importante contra las enfermedades de raĆz. Del mismo modo, una poda correcta que favorezca la aireación de la copa, un marco de plantación que evite el exceso de densidad y una nutrición equilibrada que evite el exceso de vigor, son prĆ”cticas culturales que crean un ambiente menos propicio para el desarrollo de patógenos.
La vigilancia constante de la plantación es otra herramienta clave. Realizar inspecciones periódicas de los Ć”rboles nos permitirĆ” detectar los primeros sĆntomas de una enfermedad o la presencia de una plaga. Una actuación rĆ”pida en los estadios iniciales de una infestación es mucho mĆ”s eficaz y requiere medidas menos agresivas que cuando el problema ya estĆ” extendido. Es importante aprender a reconocer los signos caracterĆsticos de los principales problemas sanitarios del castaƱo para no confundirlos con otras alteraciones fisiológicas.
El manejo integrado de plagas y enfermedades (MIP) es el enfoque mĆ”s racional y sostenible para la protección del castaƱar. Este sistema prioriza el uso de mĆ©todos naturales y biológicos, y recurre a los tratamientos quĆmicos Ćŗnicamente como Ćŗltima opción, cuando el nivel de daƱo lo justifica y seleccionando los productos de menor impacto ambiental. El MIP combina el conocimiento del ciclo biológico de las plagas y patógenos con prĆ”cticas culturales preventivas, el fomento de los enemigos naturales y, si es necesario, la aplicación de tratamientos especĆficos en el momento mĆ”s oportuno.
Finalmente, la elección del material vegetal es un factor determinante. El uso de variedades o patrones resistentes a las principales enfermedades es la forma mĆ”s eficaz y económica de control a largo plazo. La investigación ha logrado desarrollar hĆbridos que combinan la resistencia a enfermedades de las especies de castaƱo asiĆ”ticas con la calidad del fruto del castaƱo europeo. La inversión en plantas de vivero certificadas y sanitariamente controladas es una garantĆa de futuro para la plantación.
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La tinta del castaƱo
La tinta del castaƱo, causada por el oomiceto Phytophthora cinnamomi, es una de las enfermedades mĆ”s destructivas que existen para esta especie. Este patógeno del suelo ataca el sistema radicular del Ć”rbol, provocando su pudrición. Las raĆces afectadas se vuelven negras y quebradizas, perdiendo su capacidad para absorber agua y nutrientes. La enfermedad se desarrolla en condiciones de exceso de humedad y temperaturas suaves, por lo que los suelos pesados, mal drenados y los riegos excesivos son sus principales aliados.
Los sĆntomas aĆ©reos de la enfermedad son una consecuencia del daƱo en las raĆces. El Ć”rbol muestra un decaimiento general, con hojas que se vuelven amarillas y de un tamaƱo mĆ”s reducido de lo normal. La copa empieza a clarear, los brotes crecen poco y las ramas terminales se van secando. En la base del tronco, a menudo se puede observar una mancha oscura, como de tinta, que rezuma un lĆquido negruzco, lo que da nombre a la enfermedad. El avance de la enfermedad puede ser lento, durando varios aƱos, o fulminante, matando al Ć”rbol en una sola temporada.
La lucha contra la tinta se basa fundamentalmente en la prevención. La medida mÔs importante es la elección del terreno, evitando a toda costa suelos con mal drenaje. Si el terreno es propenso al encharcamiento, es necesario realizar labores para mejorarlo, como la construcción de zanjas o la plantación en caballones. El control del riego es igualmente crucial, evitando cualquier tipo de exceso de agua. Una vez que un Ôrbol estÔ gravemente afectado, su recuperación es prÔcticamente imposible y lo mÔs recomendable es arrancarlo y quemarlo para reducir la cantidad de inóculo en el suelo.
La herramienta mĆ”s eficaz para cultivar castaƱos en zonas afectadas por la tinta es el uso de patrones resistentes. Se han desarrollado portainjertos hĆbridos, resultado del cruce entre el castaƱo europeo (Castanea sativa) y castaƱos asiĆ”ticos resistentes (Castanea crenata o Castanea mollissima), que ofrecen una excelente resistencia a la Phytophthora. Al injertar sobre estos patrones las variedades de fruto deseadas, es posible establecer plantaciones sanas y productivas en terrenos donde el castaƱo europeo no podrĆa sobrevivir.
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El chancro del castaƱo
El chancro, causado por el hongo Cryphonectria parasitica, es otra enfermedad gravĆsima que provocó la prĆ”ctica desaparición de los castaƱos en NorteamĆ©rica a principios del siglo XX y que ha causado enormes daƱos en Europa. El hongo penetra en el Ć”rbol a travĆ©s de cualquier tipo de herida en la corteza, ya sea por poda, granizo, grietas por heladas o daƱos mecĆ”nicos. Una vez dentro, crece en el cĆ”mbium y la corteza, formando una lesión o cancro de color anaranjado-rojizo.
El cancro se expande y termina por rodear (anillar) la rama o el tronco afectado. Al interrumpir el flujo de savia, todo lo que se encuentra por encima del cancro se seca y muere. Es muy caracterĆstico ver en los Ć”rboles afectados ramas secas con las hojas marrones todavĆa adheridas. En el chancro se forman unos pequeƱos puntos anaranjados, los picnidios, que contienen las esporas del hongo, listas para ser dispersadas por el viento, la lluvia o los animales, e infectar nuevas heridas.
La prevención del chancro pasa por minimizar las heridas en el Ôrbol. Es fundamental realizar una poda cuidadosa, con herramientas desinfectadas, y proteger los cortes grandes con pasta cicatrizante. Si se detecta un cancro en una rama, se debe cortar por debajo de la zona afectada, asegurÔndose de eliminar toda la madera infectada, y quemar inmediatamente los restos. La limpieza y desinfección de las herramientas después de cortar una zona enferma es obligatoria para no propagar el hongo a otros Ôrboles o a otras partes del mismo Ôrbol.
Afortunadamente, en Europa se ha extendido de forma natural un método de control biológico muy eficaz: la hipovirulencia. Consiste en la existencia de cepas del hongo que estÔn infectadas por un virus (hipovirus) que reduce su capacidad para causar la enfermedad. Cuando una cepa hipovirulenta entra en contacto con un chancro activo, le transmite el virus y «cura» la lesión, permitiendo al Ôrbol cicatrizar la herida. Es posible tratar los chancros de forma artificial aplicando cepas hipovirulentas, una técnica que ha permitido la recuperación de muchos castañares.
La avispilla del castaƱo
La avispilla del castaƱo, Dryocosmus kuriphilus, es una plaga de origen asiĆ”tico que se ha convertido en el principal problema entomológico del castaƱo a nivel mundial en las Ćŗltimas dĆ©cadas. Se trata de un insecto diminuto cuya hembra pone los huevos en el interior de las yemas del castaƱo durante el verano. Las larvas se desarrollan dentro de la yema durante el otoƱo y el invierno sin que se aprecie ningĆŗn sĆntoma externo.
El daño se hace visible en la primavera siguiente, cuando las yemas afectadas, en lugar de desarrollar un brote normal con hojas y flores, se hinchan y forman una agalla de color verdoso o rojizo. Estas agallas impiden el crecimiento normal de la rama y, lo que es mÔs grave, reducen drÔsticamente o anulan por completo la producción de flores y, por tanto, de frutos. Un ataque severo de avispilla puede reducir la cosecha de un Ôrbol en mÔs de un 80%, ademÔs de debilitarlo y hacerlo mÔs vulnerable a otras plagas y enfermedades.
El control de la avispilla es complicado. Los tratamientos quĆmicos son poco eficaces, ya que la larva estĆ” protegida dentro de la yema o de la agalla durante la mayor parte de su ciclo, y ademĆ”s afectarĆan a los insectos beneficiosos. La poda y quema de las agallas en primavera antes de que salgan los adultos puede ayudar a reducir la presión de la plaga a pequeƱa escala, pero es inviable en grandes masas forestales. El mĆ©todo de control mĆ”s eficaz, sostenible y respetuoso con el medio ambiente es la lucha biológica.
La lucha biológica contra la avispilla del castaƱo se basa en la suelta controlada de su enemigo natural especĆfico, Torymus sinensis. Se trata de otro pequeƱo insecto, un parasitoide, que pone sus huevos dentro de las agallas de la avispilla. La larva de Torymus se alimenta de la larva de la avispilla, matĆ”ndola y desarrollĆ”ndose en su lugar. Tras varios aƱos desde las primeras sueltas, el Torymus sinensis se ha establecido en muchas regiones y estĆ” consiguiendo controlar las poblaciones de la avispilla, permitiendo la recuperación de la producción de los castaƱares.
Otros insectos y problemas
AdemƔs de los tres grandes problemas mencionados, el castaƱo puede verse afectado por otros insectos que, aunque generalmente menos graves, pueden causar daƱos considerables en la cosecha. Entre ellos destacan los gusanos o gorgojos de la castaƱa, principalmente las larvas de las polillas Cydia splendana y Pammene fasciana. Las hembras ponen los huevos sobre los erizos, y las larvas penetran en el fruto para alimentarse de la castaƱa, dejƔndola inservible para el consumo.
El control de estos carpófagos se basa en medidas culturales. Es muy importante recoger y destruir todos los frutos afectados que caen al suelo para romper el ciclo biológico del insecto. La instalación de trampas de feromonas para capturar a los machos adultos puede ayudar a reducir los apareamientos y, por tanto, las puestas. En agricultura ecológica, se pueden realizar tratamientos con Bacillus thuringiensis en el momento de la eclosión de los huevos para controlar las larvas antes de que penetren en el fruto.
Otros insectos que pueden aparecer son los pulgones, que se alimentan de la savia de los brotes tiernos, y los perforadores del tronco y las ramas, como el Coroebus undatus. Generalmente, las poblaciones de estos insectos son controladas por sus enemigos naturales (mariquitas, crisopas, pĆ”jaros insectĆvoros). Fomentar la biodiversidad en la plantación, por ejemplo, manteniendo cubiertas vegetales floridas, es la mejor manera de asegurar la presencia de esta fauna auxiliar que mantiene a raya a las plagas.
Finalmente, el castaƱo tambiĆ©n puede sufrir problemas abióticos, es decir, no causados por organismos vivos. Las heladas tardĆas de primavera pueden quemar los brotes jóvenes y las flores, arruinando la cosecha de ese aƱo. El granizo puede causar heridas en ramas y frutos, que ademĆ”s son una puerta de entrada para el chancro. La elección de variedades de brotación mĆ”s tardĆa y la plantación en laderas bien orientadas pueden mitigar el riesgo de heladas. La instalación de mallas antigranizo es una opción en plantaciones de alto valor.
