La bacopa es una planta perenne en su hábitat natural sudafricano, donde las temperaturas se mantienen suaves durante todo el año. Sin embargo, en climas con inviernos fríos y heladas, su comportamiento es el de una planta anual, ya que no tiene la capacidad de sobrevivir a temperaturas bajo cero. Esto plantea a los jardineros la disyuntiva de tratarla como una planta de usar y tirar, desechándola al final de la temporada, o intentar conservarla durante el invierno para poder disfrutar de ella al año siguiente. La hibernación de la bacopa es un proceso que requiere ciertos cuidados específicos, pero que puede resultar muy gratificante, permitiéndonos ahorrar dinero y conservar ejemplares de variedades que nos gusten especialmente.
El objetivo de la hibernación no es que la planta siga creciendo y floreciendo como en verano, sino inducirla a un estado de reposo o dormancia controlada, en el que sus funciones vitales se ralentizan al mínimo para poder superar el periodo adverso. Para ello, es necesario proporcionarle un lugar protegido de las heladas, con unas condiciones de luz, temperatura y riego muy diferentes a las de la temporada de crecimiento. Este proceso requiere una planificación previa, ya que la planta debe ser preparada y trasladada a su refugio invernal antes de la llegada de las primeras heladas fuertes.
No todas las plantas son candidatas ideales para la hibernación. Es importante seleccionar los ejemplares más sanos, vigorosos y libres de plagas, ya que tendrán más reservas y resistencia para superar el invierno. Intentar hibernar una planta débil o enferma suele ser una tarea infructuosa. Además, el éxito de la operación dependerá en gran medida de disponer de un lugar adecuado que cumpla con los requisitos necesarios para albergar la planta durante los meses más fríos.
Conservar la bacopa durante el invierno es un desafío que pone a prueba los conocimientos del jardinero, pero que también ofrece la oportunidad de aprender más sobre el ciclo vital de las plantas. Este artículo detalla los pasos y las condiciones necesarias para llevar a cabo la hibernación de la bacopa con éxito, desde la preparación de la planta en otoño hasta su reactivación en la primavera siguiente, ofreciendo una alternativa sostenible al ciclo anual de compra y desecho.
Preparación de la planta en otoño
La preparación para la hibernación debe comenzar a mediados o finales del otoño, antes de que las temperaturas desciendan de forma drástica y se produzcan las primeras heladas. El primer paso es realizar una inspección exhaustiva de la planta para asegurarse de que está completamente sana. Se debe revisar cuidadosamente el envés de las hojas y los tallos en busca de cualquier signo de plagas como pulgones, mosca blanca o araña roja. Si se detecta alguna plaga, es fundamental tratarla y eliminarla por completo antes de introducir la planta en el interior, para evitar que la plaga se propague a otras plantas de interior durante el invierno.
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Una vez confirmada la sanidad de la planta, el siguiente paso es realizar una poda drástica. Se deben recortar todos los tallos de la bacopa, dejándolos a una altura de entre 10 y 15 centímetros desde la base. Esta poda tiene varios objetivos: reduce el tamaño de la planta, haciéndola más manejable para su almacenamiento; elimina las partes más viejas y débiles, así como las flores y capullos restantes; y concentra la energía de la planta en su sistema radicular y en la base de los tallos, que es de donde brotará en la primavera siguiente.
Después de la poda, es un buen momento para limpiar la superficie del sustrato, eliminando las hojas secas, malas hierbas o cualquier otro residuo orgánico que pudiera albergar esporas de hongos. También es importante reducir gradualmente la frecuencia de los riegos a medida que bajan las temperaturas. La planta necesita entrar poco a poco en su fase de reposo, y una disminución del aporte de agua es una señal clave para ello. Se debe suspender por completo la fertilización, ya que no queremos estimular un nuevo crecimiento que sería débil y vulnerable al frío.
El último paso de la preparación es el traslado. La planta, ya podada y preparada, debe ser llevada a su lugar de hibernación justo antes de que se anuncie la primera helada. Dejar que la planta experimente algunas noches frescas pero sin llegar a helar puede incluso ser beneficioso para inducir su dormancia, pero el riesgo de una helada inesperada que la dañe irreversiblemente hace que sea más seguro actuar con antelación.
Condiciones ideales para el refugio invernal
El lugar elegido para que la bacopa pase el invierno es el factor más crítico para el éxito de la hibernación. El requisito fundamental es que sea un espacio protegido de las heladas, donde la temperatura se mantenga constantemente por encima de los 0°C. Sin embargo, el lugar no debe ser demasiado cálido, ya que esto impediría que la planta entre en reposo y podría estimular un crecimiento débil y ahilado. La temperatura ideal para la hibernación de la bacopa se sitúa en un rango de entre 5°C y 10°C.
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Además de la temperatura, la luz también es importante. El lugar debe ser luminoso, pero sin sol directo. Una ventana orientada al norte en un garaje sin calefacción, una galería acristalada, un invernadero frío o un sótano con una ventana son opciones excelentes. La luz es necesaria para que la planta pueda mantener un mínimo de actividad fotosintética y no agote por completo sus reservas. Un lugar completamente a oscuras no es adecuado, ya que la planta podría morir.
La ventilación es otro aspecto a considerar. El espacio debe tener una cierta renovación de aire para evitar que la humedad se condense y se cree un ambiente propicio para el desarrollo de enfermedades fúngicas como la botritis. Ventilar la estancia durante los días más suaves y soleados del invierno es una práctica muy recomendable. Se debe evitar colocar la planta cerca de fuentes de calor como radiadores o estufas, ya que el aire caliente y seco podría deshidratarla rápidamente.
En resumen, el refugio invernal perfecto para la bacopa es un lugar fresco, luminoso y bien ventilado, donde la planta esté a salvo de las heladas pero sin el calor de la calefacción de una vivienda. Estas condiciones permiten que la planta entre en un estado de letargo controlado, conservando su energía para rebrotar con fuerza cuando las condiciones mejoren en la primavera.
Cuidados durante el periodo de hibernación
Durante los meses de invierno, mientras la bacopa se encuentra en su estado de dormancia, los cuidados que requiere son mínimos, pero no inexistentes. El principal aspecto a vigilar es el riego. Las necesidades de agua de la planta en este periodo son muy bajas, por lo que el riesgo de pudrición de la raíz por exceso de riego es muy alto. El objetivo es mantener el sustrato ligeramente húmedo, pero nunca mojado.
La frecuencia de riego dependerá de las condiciones específicas del lugar de hibernación. Como regla general, puede ser suficiente con regar una vez cada tres o cuatro semanas, o incluso menos. Antes de regar, es imprescindible comprobar la humedad del sustrato introduciendo un dedo a varios centímetros de profundidad. Solo se debe añadir una pequeña cantidad de agua si la tierra se siente completamente seca. Es mucho más seguro pecar por defecto que por exceso de agua durante el invierno.
Además del riego, es importante realizar inspecciones periódicas de la planta, al menos una vez cada dos semanas. Durante estas inspecciones, se debe buscar cualquier signo de problemas, como la aparición de plagas (que pueden activarse si la temperatura sube) o el desarrollo de moho gris (botritis) en los tallos. Cualquier parte de la planta que muestre signos de enfermedad o podredumbre debe ser eliminada de inmediato para evitar que se propague.
No se debe aplicar ningún tipo de fertilizante durante todo el periodo de hibernación. La planta no está en una fase de crecimiento activo y no puede utilizar los nutrientes. Abonar en invierno no solo es inútil, sino que puede ser perjudicial, ya que la acumulación de sales en un sustrato frío y húmedo puede dañar las raíces. Los cuidados durante el invierno se resumen en: vigilancia, riego mínimo y cero abono.
El despertar en primavera
A medida que los días comienzan a alargarse y las temperaturas exteriores se vuelven más suaves, la bacopa comenzará a dar señales de despertar de su letargo invernal. Este proceso suele ocurrir hacia principios o mediados de la primavera. Se podrán observar pequeños brotes nuevos y verdes surgiendo de la base de los tallos viejos. Este es el momento de comenzar a preparar la planta para su regreso al exterior.
El primer paso para reactivar la planta es aumentar gradualmente la frecuencia de los riegos. A medida que la planta reanuda su crecimiento, sus necesidades de agua aumentarán. Se puede empezar a regar un poco más a menudo, permitiendo que la capa superior del sustrato se seque entre riegos. También es el momento de realizar la primera fertilización de la temporada, utilizando un abono líquido equilibrado diluido a la mitad de la dosis recomendada para no causar un shock a las raíces todavía adormecidas.
Una vez que la planta muestra un crecimiento activo y vigoroso, se puede realizar una ligera poda de limpieza, eliminando cualquier resto de tallo seco o dañado del invierno y dando forma a la planta para fomentar un crecimiento compacto. También es un buen momento para renovar la capa superficial del sustrato, añadiendo un par de centímetros de compost fresco o humus de lombriz, lo que aportará nuevos nutrientes y mejorará la estructura del suelo.
El paso final es la aclimatación al exterior, un proceso conocido como «endurecimiento». No se debe sacar la planta directamente del refugio invernal al sol y al viento del exterior, ya que el cambio brusco podría dañarla. Durante una o dos semanas, se debe sacar la planta al exterior durante unas pocas horas al día, empezando en un lugar sombreado y protegido, y aumentando gradualmente el tiempo y la exposición al sol. Una vez que la planta esté completamente aclimatada y el riesgo de heladas haya pasado definitivamente, podrá ser trasladada a su ubicación final para la nueva temporada.
📷: Deavmi, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons
