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La poda y el recorte de la rosa The Fairy

Daria · 08.06.2025.

La poda es una de las tareas de jardinería más importantes para mantener la salud, el vigor y la forma de la rosa ‘The Fairy’. Aunque su hábito de crecimiento natural es grácil y requiere menos intervención que los rosales de té híbridos más formales, una poda adecuada y oportuna estimula un nuevo crecimiento, fomenta una floración más abundante y previene la aparición de enfermedades. Muchos jardineros pueden sentirse intimidados por la idea de podar sus rosales, pero ‘The Fairy’ es una variedad muy tolerante y perdonará fácilmente los errores de los principiantes. Entender los principios básicos de por qué, cuándo y cómo podar te dará la confianza para mantener tu rosal en su mejor forma año tras año.

El objetivo principal de la poda de este rosal no es forzarlo a una forma rígida, sino trabajar con su naturaleza arqueada y extendida para mantenerlo saludable y productivo. La poda ayuda a mejorar la circulación del aire a través del centro de la planta, lo que es crucial para prevenir enfermedades fúngicas al permitir que las hojas se sequen más rápidamente. También permite eliminar cualquier madera muerta, dañada o enferma, que no solo es antiestética, sino que también puede ser un punto de entrada para plagas y enfermedades. Además, al eliminar los tallos más viejos y menos productivos, se redirige la energía de la planta hacia la producción de nuevos brotes vigorosos, que son los que producirán la mayor cantidad de flores.

La poda también es una herramienta para gestionar el tamaño y la forma del rosal. Con el tiempo, ‘The Fairy’ puede volverse bastante grande y densa. Una poda regular ayuda a mantenerla dentro de los límites deseados, evitando que invada a otras plantas y manteniendo su aspecto ordenado. Es importante recordar que ‘The Fairy’ florece en el crecimiento nuevo de la temporada, por lo que la poda realizada a finales del invierno o principios de la primavera no sacrificará la floración, sino que, por el contrario, la estimulará.

Finalmente, la poda es una oportunidad para inspeccionar de cerca tu planta. Al trabajar en cada tallo, puedes observar la salud general del rosal, buscar signos de plagas como cochinillas o perforadores de tallos, y evaluar el vigor de la planta. Esta atención al detalle te permite abordar los problemas de manera proactiva. Armado con unas tijeras de podar limpias y afiladas, unos guantes resistentes y un poco de conocimiento, estarás listo para realizar esta tarea esencial que es fundamental para la longevidad y la belleza de tu rosa ‘The Fairy’.

El mejor momento para la poda principal

El momento ideal para realizar la poda principal de la rosa ‘The Fairy’ es a finales del invierno o principios de la primavera. Este período es óptimo porque la planta todavía está en su fase de letargo, pero el peligro de las heladas más severas ya ha pasado. Podar en este momento minimiza el estrés en la planta y evita que los nuevos brotes que surjan como resultado de la poda sean dañados por una helada tardía. Un buen indicador visual para saber cuándo empezar es cuando las yemas de las hojas comienzan a hincharse y a mostrar un poco de color rojizo.

En climas más cálidos, donde los inviernos son suaves, esta poda se puede realizar un poco antes, quizás a finales del invierno. En regiones más frías, es mejor esperar hasta que estés seguro de que el clima invernal más duro ha terminado. Podar demasiado pronto en un clima frío puede exponer los cortes frescos a daños por heladas y puede estimular un crecimiento prematuro que luego se congela. La paciencia es clave; es mejor podar un poco tarde que demasiado pronto.

Evita realizar podas fuertes en otoño. Como se mencionó en la sección de preparación para el invierno, la poda en otoño puede estimular un nuevo crecimiento tierno que no tendrá tiempo de endurecerse antes del invierno. La única poda que se debe hacer en otoño es un ligero recorte para eliminar los tallos extremadamente largos que podrían ser dañados por el viento y para retirar cualquier madera muerta o enferma. La poda de rejuvenecimiento y de formación debe reservarse exclusivamente para la transición del invierno a la primavera.

Después de la floración principal de principios de verano, puedes realizar un ligero recorte o «shearing» para fomentar una segunda oleada de flores. Esto no es una poda drástica, sino más bien un recorte de los extremos de los tallos que ya han florecido. Esta técnica se discutirá más adelante, pero es importante distinguirla de la poda estructural principal que se realiza mientras la planta está en letargo.

La técnica de poda paso a paso

Antes de comenzar, asegúrate de que tus herramientas estén limpias y afiladas. Unas tijeras de podar de bypass son ideales para los tallos más pequeños, mientras que unas podadoras de mango largo o una sierra de podar pueden ser necesarias para los tallos más gruesos y viejos. La limpieza de las herramientas con alcohol o una solución de lejía diluida previene la propagación de enfermedades. El primer paso de la poda, conocido como la regla de las «tres D», es eliminar todo lo que esté muerto (Dead), dañado (Damaged) o enfermo (Diseased). Los tallos muertos serán marrones o negros y secos, mientras que los sanos tienen un centro verde o blanquecino. Corta estos tallos hasta encontrar tejido sano o hasta la base de la planta.

A continuación, observa la estructura general de la planta y elimina los tallos que se crucen o se rocen entre sí. El roce puede crear heridas en la corteza, que son puntos de entrada para enfermedades. Generalmente, se elimina el tallo más débil o el que esté en peor posición de los dos que se cruzan. El objetivo es abrir el centro del arbusto para mejorar la circulación del aire y la penetración de la luz solar. Esto crea un entorno menos hospitalario para los hongos y promueve un crecimiento saludable en toda la planta.

Después de la limpieza inicial, puedes proceder a reducir la altura y el ancho total del arbusto. Para ‘The Fairy’, generalmente se recomienda reducir el tamaño total de la planta en aproximadamente un tercio. Realiza los cortes a unos 5-6 milímetros por encima de una yema que apunte hacia afuera. Una yema que apunta hacia afuera es aquella que se encuentra en el lado del tallo que mira hacia el exterior del arbusto. Cortar por encima de esta yema animará al nuevo brote a crecer hacia afuera, manteniendo el centro de la planta abierto. Realiza el corte en un ángulo de 45 grados, inclinado lejos de la yema, para que el agua de la lluvia escurra y no se acumule en el corte.

Finalmente, si tu rosal es viejo y ha desarrollado muchos tallos leñosos en la base, puedes realizar una poda de rejuvenecimiento. Esto implica eliminar uno o dos de los tallos más viejos y gruesos, cortándolos lo más cerca posible de la base de la planta. Esta acción drástica estimula a la planta a producir nuevos brotes basales vigorosos, renovando el arbusto desde abajo. No elimines más de un tercio del número total de tallos en un solo año para evitar estresar demasiado a la planta.

El recorte de verano para fomentar la refloración

A diferencia de muchos otros rosales que requieren la eliminación individual de cada flor marchita («deadheading»), el gran número de flores pequeñas de ‘The Fairy’ hace que este proceso sea tedioso e impráctico. Una técnica mucho más eficiente para fomentar la refloración después de la primera gran oleada de flores a principios de verano es el recorte o «shearing». Este método consiste en utilizar unas tijeras de seto o unas tijeras de podar para recortar toda la planta de una vez.

El momento para realizar este recorte es justo cuando la primera gran floración comienza a desvanecerse. No esperes a que todas las flores estén marrones. Recorta la superficie del arbusto, eliminando los racimos de flores gastadas y aproximadamente los primeros 10-15 centímetros del crecimiento del tallo. Este proceso no solo limpia la planta, sino que también estimula la producción de un nuevo conjunto de brotes que producirán la siguiente oleada de flores.

Después de realizar este recorte de verano, es un buen momento para darle a la planta un impulso de energía. Riega a fondo y aplica una dosis de fertilizante líquido equilibrado. Esto proporcionará los nutrientes y la humedad necesarios para apoyar el nuevo crecimiento y la producción de flores. Con este cuidado, tu rosa ‘The Fairy’ a menudo producirá una segunda floración casi tan espectacular como la primera, y continuará floreciendo de forma intermitente hasta el otoño.

Este método de recorte es particularmente adecuado para rosales de cobertura del suelo y polianta como ‘The Fairy’, que se cultivan por su efecto de masa de color en lugar de por sus flores individuales. Es una forma rápida y eficaz de mantener la planta con un aspecto ordenado y de maximizar su potencial de floración durante toda la temporada. No temas ser un poco drástico con las tijeras de seto; ‘The Fairy’ es increíblemente resistente y responderá vigorosamente a este tratamiento.

Herramientas y consejos de seguridad

El uso de las herramientas adecuadas no solo hace que el trabajo de poda sea más fácil, sino también más seguro para ti y para la planta. Las tijeras de podar de bypass son la herramienta más importante. Tienen dos cuchillas curvas que se cruzan como unas tijeras, haciendo un corte limpio que daña menos el tejido de la planta que las podadoras de yunque. Para los tallos más gruesos, de más de 1.5 cm de diámetro, utiliza unas podadoras de mango largo (loppers), que proporcionan más palanca. Para los tallos muy viejos y leñosos, una sierra de podar afilada es la mejor opción.

La seguridad personal es primordial al podar rosales. Las espinas de las rosas pueden causar arañazos dolorosos que pueden infectarse. Usa siempre un par de guantes de jardinería gruesos y resistentes, preferiblemente de cuero o con refuerzos que se extiendan hasta los antebrazos para protegerte. La protección ocular, como unas gafas de seguridad, también es muy recomendable, ya que una rama que se suelta puede golpear fácilmente los ojos. Vestir con mangas largas y pantalones largos también ayudará a proteger tu piel.

Mantén tus herramientas en buen estado. Unas cuchillas afiladas hacen cortes limpios que sanan más rápido, mientras que las cuchillas desafiladas pueden aplastar y rasgar los tallos, creando heridas más grandes y vulnerables a las enfermedades. Limpia tus herramientas después de cada uso para eliminar la savia y los residuos, y desinféctalas periódicamente, especialmente si has estado podando una planta enferma. Un mantenimiento adecuado de las herramientas prolongará su vida útil y protegerá la salud de tus plantas.

Finalmente, da un paso atrás con frecuencia durante el proceso de poda para evaluar tu trabajo desde diferentes ángulos. Esto te ayuda a mantener una forma equilibrada y a evitar quitar demasiado de un solo lado. Recuerda que la poda es tanto un arte como una ciencia. No te preocupes por lograr la perfección. ‘The Fairy’ es una planta resistente que crecerá y florecerá incluso si tus cortes no son perfectos. Con la práctica, desarrollarás un ojo para la poda y ganarás confianza en tu capacidad para cuidar de este maravilloso rosal.

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